Si leíste el primer artículo que publiqué sobre Gambia, sabrás que lo más me gustó de la llamada “Costa Sonriente de África” fue su gente. Los gambianos son personas maravillosas que hacen todo lo que puedan para que te sientas bien, comparten lo que tienen y te invitan a conocer sus costumbres o te enseñan lo que sea que estén haciendo en ese momento. También son muy curiosos y sociales: querrán saber cómo te llamas, de dónde vienes y qué te parece su país.
Interactuar con mujeres es un poco más difícil. La mayoría no han ido al colegio (aunque afortunadamente eso está cambiando) así que no hablan inglés, son más tímidas y realizan trabajos en los que no pueden dedicar tanto tiempo a hablar con los visitantes. Por eso verás que no hay retratos de chicas en este post; y es que como dije, no tuve mucho contacto con ellas salvo ocasiones que hablaba con vendedoras, cocineras o madres de niños en las aldeas. Esto no quiere decir que no sean simpáticas y amables… sólo que son más reservadas. Los niños son todo lo contrario! Siempre se acercarán y querrán jugar contigo, aprender cosas o enseñarte algo y la mayoría te pedirá “minty”, que es como llaman a las chucherías. Llevar una bolsa de dulces no es mala idea, igual que botellas de agua vacía… para ti pueden ser basura, pero ellos lo agradecerán muchísimo porque las utilizan para llevar sus bebidas al colegio, buscar agua y para jugar. Y si realmente quieres hacerlos muy, pero muy felices, dales una pelota!!!
Te recomiendo muchísimo que vayas más allá de pedir permiso para hacerle un retrato a alguien y entabla una conversación con las personas; no son simplemente atracciones para que vuelvas a casa con fotos para presumir… son gente maravillosa que te puede sorprender: tanto ellos como tú pueden aprender cosas nuevas y la experiencia es invaluable (además las fotos resultarán mil veces mejores). Yo aré el campo con unos campesinos, compartí una comida típica donde todos comíamos del mismo plato, jugué fútbol en la playa, enseñé a nadar a unos niños, aprendí el proceso de ahumado y secado del pescado, escuché historias de gambianos cuyos hermanos o primos están o han estado en Venezuela estudiando, probé lo que utilizan cuando no tienen arroz en una pequeña aldea en medio de la nada y vi un Arsenal – Manchester City en un pequeño videoclub en medio del fanatismo más grande que he vivido. Volver a estar en medio de gente tan maravillosa es mi principal motivo para querer volver a Gambia cuanto antes!!!
Francisco quien hubiera pensado años atrás, que tu vida estaría tan llena de vivencias y con ese estilo tan errante. Interesante, como siempre tus fotos y tus vivencias en esos remotos lugares. Suerte.
Bro que genial este post, el retrato de la niña de los ojos magicos es simplemente alucinante, ojala un día no muy lejano podramos organizar un phototrip y vacilar estas cosas, un abrazo man gran para ti y andie!
Ojala que sí!!! Se les extraña a todos!