Gambia, la Costa Sonriente de África

La actividad pesquera en Tanji

La actividad pesquera en Tanji

Acabo de regresar de un viaje increíble a Gambia, el país más pequeñito de Africa, rodeado por Senegal y el océano Atlántico  y que no tiene ni grandes recursos minerales, ni hambrunas ni tampoco conflictos armados… tal vez por eso no sea muy conocido. Pero lo que sí le sobra es gente maravillosa y amable, además de paisajes impresionantes que bien le hacen merecer el slogan de “La Costa Sonriente de África”.

A pesar de ser la temporada baja y de que todos los blogs dicen que los mejores meses para viajar son los comprendidos entre noviembre y junio, decidimos aventurarnos en la supuesta época de tormentas, mosquitos, humedad sofocante y negocios cerrados. Las fotos y comentarios de unos amigos que fueron el año pasado (gracias Igor y Tamara por el empujón) sumado a búsquedas más meticulosas de como era realmente Gambia en septiembre, la disponibilidad de tiempo y los buenos precios nos hicieron animarnos a emprender esta aventura. Esta primera entrada es una vista general del país y nuestra experiencia, pero luego haré artículos más específicos sobre las zonas que visitamos y las personas que conocimos.

La mezquita de Gunjur

La mezquita de Gunjur

Efectivamente algunos “lodges” y hoteles que contactamos al principio estaban cerrados, pero finalmente encontramos un lugar maravilloso (luego haré un post sobre los lugares donde nos quedamos y los guías que estuvieron con nosotros). De los 3 sitios donde nos quedamos, en dos fuimos los únicos huéspedes durante los días que duró la estadía! También las playas y los lugares que normalmente tienen grupos de turistas estaban prácticamente desiertos.

Nemasu Lodge

Nemasu Lodge

La frontera con Senegal

La frontera con Senegal

Un tema que surgía en todo momento antes, durante e incluso luego de volver del viaje fue, claro, el ébola. Al momento de escribir esto el 18 de septiembre, Gambia afortunadamente no ha registrado ningún caso. Esto y que Senegal siendo el único país fronterizo sólo ha tenido un contagio nos daban tranquilidad. Lo que sí y mucho es malaria, por lo que hay que tomar las pastillas y hacer el tratamiento junto con las respectivas medidas para evitar a los mosquitos como el repelente y el uso de mosquiteros… eso y unas cuantas vacunas. Tres en mi caso y porque ya tenía algunas de las recomendadas con lo que me salvé de un par más. Los gambianos están asustados obviamente por el ébola y no sólo por las obvias consecuencias de la enfermedad, también por la masiva cancelación de vuelos y reservas que no le hacen nada bien a un país que vive del turismo y del maní. Nos llegaron a comentar que esperan que el turismo incluso en la temporada alta baje en un 40%, una verdadera lástima.

Otra pregunta habitual de la gente que sabía sobre nuestro viaje era si íbamos a hacer un safari. Aunque se puedan hacer excursiones y demás, no hay una gran fauna salvaje en Gambia. Eso sí, es un paraíso para los amantes de las aves por la inmensa diversidad que hay en el país, sobre todo en los manglares. También hay hipopótamos en el interior del país, chimpancés en una isla santuario al que no pueden acceder visitantes, monos de varios tipos y si quieres, puedes tocar algún cocodrilo del Nilo en una piscina sagrada cerca de la capital, Banjul.

Pelícano en Tendaba Camp

Pelícano en Tendaba Camp

Mono verde en Bijilo Forest Park

Mono verde en Bijilo Forest Park

Cocodrilo en Kachically

Cocodrilo en Kachically

A mí lo que más me gustó, de lejos, fue la gente. Son personas amables, simpáticas, curiosas y sencillas que se interesan en conocerte y ayudarte en lo que puedan. A excepción del llamado Senegambia Strip donde se concentran los turistas en hoteles y resorts, los gambianos que se te acerquen lo harán con las mejores intenciones y nunca te pedirán nada a cambio… si alguien te pide dinero o algo para caridad, ya puedes empezar a sospechar de un timo. Aunque normalmente entre ellos los escuches hablando alguna de sus 8 lenguas, prácticamente todos hablan inglés a excepción de los niños que aún no hayan ido al colegio y muchas mujeres. Yo voy a extrañar los gritos de toubab! toubab! (blanco) de los pequeñines al pasar por una aldea y la sorpresa con nos miraban! Algunos correrán tras de ti al son de minty! que así es como llaman a los caramelos, así que llevar una bolsa por si acaso para darles uno a cada uno no viene mal y te adorarán. Mejor aún si tienes una pelota, ahí si que les darás una alegría inigualable!

La hospitalidad de los gambianos

Los gambianos son gente increíble

Minty! Minty!

Minty! Minty!

Al final haber ido en la casi apocalíptica temporada baja que vaticinan las páginas especializadas no estuvo para nada mal. Como todo, tenía sus pros y sus contras… los precios de estadía eran muy bajos, las playas y lugares que visitábamos eran prácticamente para nosotros solos, la gente comparte más con uno y el trato es casi familiar. La lluvia? Pues las tormentas fueron a excepción de un día en la noche cuando ya estábamos a punto de irnos a dormir… y si no, tampoco duraban mucho. Además las nubes se agradecían ya que el sol podía llegar a ser intolerable. Lo malo es que muchos sitios prescindían de espectáculos o demostraciones culturales por la poca afluencia de gente y que en la zona turística ser el único extranjero era sinónimo de ser el único blanco (literalmente) de los chicos que te quieren ofrecer bebidas, taxis, tours, bares, etc. llegando a ser muy pesados, pero nada que un firme no, gracias no solucionara.

A mí Gambia me pareció increíble y me muero de ganas por volver, pero como otros muchos destinos, entiendo que no pueda ser para todo el mundo. Aunque hay alojamientos occidentalizados en plan todo incluido, para vivir la verdadera experiencia hay que adentrarse en otras zonas donde las opciones son algo más rústicas. Estar en una habitación con algún bicho, cortes de luz y de agua e instalaciones, mobiliarios y demás accesorios con unos cuantos años ya puede que no sean del agrado de todos. Tampoco si no te gusta el contacto con la gente y ser abordado a menudo… los locales, como dije, son curiosos y te querrán saludar y saber cosas de ti, incluso acompañarte durante algún rato y charlar… pero yo apoyo la famosa frase que repiten a cada rato: “it’s all about the experience!”. Otra cosa, es totalmente seguro y más allá de llevar el pasaporte porque hay constantes controles policiales y militares (en Gambia no importa donde estés, siempre estarás cerca de la frontera con Senegal) y tomar las respectivas vacunas y tratamientos es totalmente válida la otra frase célebre de los gambianos, esta en español: “en Gambia no pasa nada!”.

Seguro olvidé mencionar algo, como que la comida es toda basada en el arroz y que el único producto fabricado en el país son las bebidas y las cervezas, ya que en los supermercados encontrarás puras cosas importadas a precios europeos. Si quieres ver donde compran los locales, ve a un mercado. Pronto publicaré nuevas entradas más específicas sobre las maravillas de este país!

Pescado secándose al sol

Pescado secándose al sol

El río Gambia en Berefet

El río Gambia en Berefet

4 thoughts on “Gambia, la Costa Sonriente de África

  1. Bueno Francisco definitivamente, tu límite es el horizonte. Te voy a decir algo, lo de “acariciar” un cocodrilo, verdad que no me motiva para nada. Saludos. Pendiente con lo de las vacunas, no te confíes. Toubab…..Toubab.

    • Los cocodrilos son alimentados con pescado por lo que era seguro (según los guías) tocarlos ya que no comen carne, siempre supervisados y nunca cerca de la cabeza. Las vacunas las tengo todas y sigo el tratamiento de la malaria acorde a lo indicado así que espero estar bien! Saludos!

  2. Interesante post sobre un destino no muy conocido al menos en Sudamérica de donde yo soy. Se ha promocionado mucho en Europa y eso le viene bien al país. Que bueno que hayas experimentado la vida más en contacto con la gente. Así se conoce un país. Saludos desde Argentina.

    • Hola, Roberto

      Aún en Europa no es muy conocido, sólo Inglaterra y Escandinavia tienen paquetes hacia Gambia. Ahora que Barcelona tiene dos compañías con vuelos directos, supongo que aumentará el turismo… sólo espero que no proliferen los resorts en la costa y sea algo más sostenible y que beneficie a los locales más que a capitales extranjeros. Pronto publicaré más entradas! Saludos.

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