Porto es, sin duda, una de mis ciudades favoritas de Europa, hacía 5 años que no iba, y debo decir que esta vez me gustó incluso más (aquí tienes el post de la última vez que estuve). Es una de las ciudades a las cuales prefiero volver antes que visitar una donde nunca he estado! Aunque cada vez tiene más turismo, sigue manteniendo su esencia con su ritmo pausado, sus restaurantes tradicionales atendidos por sus propios dueños, su carácter amable a la vez que melancólico y su hermosa decadencia. Esta vez además, debo reconocer que soy muy amigables con los niños, siempre nos ofrecían facilidades a la hora de estar en un restaurante o visitar algún monumento con nuestro maravilloso toddler.
Poder volver a recorrer sus calles, incluso durante los extraños tiempos de la pandemia, fue nuevamente una experiencia fenomenal. Después de algunos años, se notan muchas obras y renovaciones que van sustituyendo esas fachadas que se caían a pedazos por brillantes y coloridos azulejos… pero aún así es importante rescatar que permanece su esencia y una buena cantidad de arte urbano fenomenal decora las otrora tristes paredes de callejones cercanos a la ribera del río Douro.
En esta oportunidad, he quedado enamorado especialmente de la Rua das Taipas. Al ser una subida (o bajada, depende de desde donde vengas) y en curva, tienes una perspectiva impresionante y amplia de los balcones llenos de ropa tendida, las fachadas de diferentes tonos y el contraste entre las obras viejas y las reformadas. Además colinda con pequeñas calles, iglesias y monumentos… además tiene una variada oferta en tiendas, restaurantes y pequeños bares para hacer una pausa durante el recorrido y disfrutar las vistas.
Aquí hay algunas fotografías de varias calles que llamaron especialmente mi atención. Al final de este post te dejo una lista que las apuntes en caso de que tengas la fortuna de visitar esta maravillosa ciudad pronto (espero que si!)… y recuerda cuando empieza a caer la tarde la luz es ideal para resaltar los colores de los azulejos y porque en algunas “ruas” encontrarás tonos dorados y sombras espectaculares! Definitivamente, lo más especial de esta ciudad es que sin mapa puedes dedicarte a caminar entre sus calles, perderte en los detalles de sus fachadas, las puertas, las calles irregulares, no hace falta llevar una ruta muy turística, es infinitamente disfrutable simplemente dejándose llevar. Y si me lo preguntas te digo que definitivamente vale la pena visitarla también con niños 🙂
Calles de Porto que te recomiendo visitar en diferentes horas del día:
- Rua das Taipas
- Rua da Reboleira
- Rua das Oliveiras
- Rua de Sá de Noronha
- Rua da Alfândega
- Rua de São Felipe Nery
- Rua de São Miguel
- Rua da Fonte Taurina
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