Seas muy, poco o nada religioso, las procesiones de Semana Santa son actos que no te dejan indiferente además de ser totalmente impresionantes… y aunque Barcelona no es particularmente famosa por ellas, el Viernes Santo varias cofradías salen a recorrer lentamente el centro de la ciudad. Ver a los penitentes y sus capirotes característicos andando por calles emblemáticas del Raval o el Barrio Gótico como Ferran, Portal de l’Àngel o la mismísima Rambla es algo digno de admirar y que impone mucho respeto. El sonido de la banda que los acompaña, el olor a incienso y la mirada de la gente alrededor son de esas cosas que se quedan grabadas en la mente durante mucho tiempo!