Estambul es uno de esos destinos soñados que hay que visitar al menos una vez en la vida. Antigua capital de tres imperios, punto de encuentro entre dos continentes y sus más de 15 millones de habitantes la convierten en una mezcla brutal de culturas, razas y tradiciones que no dejan indiferente a nadie!!! De nuestra breve pero intensa visita, estas son 10 impresiones o recuerdos que me llevo de este maravilloso lugar:
1.- Las vistas
Desde cualquier punto relativamente elevado o las orillas del Bósforo se tienen vistas como de postal. Los minaretes de las mezquitas dominando el paisaje, los barcos surcando el Cuerno de Oro, palacios, torres… sin duda uno de los “skylines” más bonitos que he visto.
2.- La comida
Tal vez fui muy afortunado, pero no probé nada que no fuera de delicioso para arriba! Además con un euro ya se puede comer bien! De paso los restaurantes suelen poner entrantes por cortesía de la casa, o el agua o un té al final. Eso sí, preguntar antes si algo es picante, porque para los turcos lo “not spicy at all” ya pica algo.
3.- Las mezquitas
Magníficas como la Azul, imponentes como la de Süleymaniye o pequeñas pero hermosas como la de los Tulipanes, cada dos pasos en Estambul te encontrarás con una mezquita. La entrada a todas es gratuita, así como las bolsas de plástico para poner tus zapatos (debes entrar descalz@) y velos y prendas de ropa para las mujeres que no vayan vestidas según las normas. En la puerta suele haber pizarras con las horas de oración, cuando está prohibida la entrada a personas que no sean de religión musulmana.
4.- La gente
La gente en Estambul es muy amable, cercana, alegre y amistosa. Aunque hay quienes hablan inglés perfecto, incluso en los lugares turísticos cuesta encontrar a alguien que se defienda con el idioma (en el lado asiático es casi imposible pero en los bazares conocen hasta 5!) pero se esfuerzan por ayudar y hacerse entender. Les encanta charlar y es curioso ver como en restaurantes o cafés completos extraños entablan conversaciones al momento. También me llamó la atención como los locales parecen aún más turistas que los visitantes! Se hacen selfies a cada rato y le toman fotos a todo… aunque supongo que si yo viviera ahí con todo lo que hay para capturar también lo haría.
5.- Los pescadores
Donde haya un acceso al mar, encontrarás a una persona con una caña de pescar y un cubo lleno de sus capturas del día. Al principio pensaba que era un pasatiempo de jubilados, pero hay gente de todas las edades y suelen haber más en la noche, especialmente en el famoso y super transitado puente Galata. ¿Cómo hacen para no enganchar a alguien cuando tiran el anzuelo o que se lo lleven algunos de los miles de barcos que pasan por el Bosforo? Pues no tengo ni idea…
6.- El té (y el café)
Reunirse a tomar té o café es el evento social más popular entre los locales. Hay miles de terrazas y lugares donde sentarse a tomar una bebida y charlar un rato y aunque el café me pareció excesivamente fuerte para mi gusto, el té me encantó… especialmente el de manzana verde. Tomar un té caliente sentados en unas alfombras de un concurrido lugar de Üsküdar con las vistas de la Torre de la Doncella y el lado Europeo de fondo fue un broche de oro para nuestra visita.
7.- Los gatos
Están por todas partes, en la calle, en las mezquitas, dentro de tiendas y restaurantes. Incluso es normal ver que en la puerta de locales hay platitos de comida y agua para ellos… además son mimados todo el tiempo, especialmente por los turistas que dedican más tiempo a acariciar mininos y hacerse fotos que visitar los cientos de lugares de interés que hay en la ciudad.
8.- La bandera de Turquía
La luna menguante y una estrella sobre el fondo rojo. Lo verás por todas partes, colgadas de a cientos por las calles hasta cubriendo fachadas de edificios enteros. Los turcos aman su símbolo nacional y lo exhiben con orgullo… incluso me sorprendió ver cadenas estadounidenses de comida rápida como McDonald’s o Burger King con sendas banderas en sus mostradores.
9.- Venta ambulante
En las calles de Estambul se vende de todo. Maíz, panes, dulces, pasteles, kebabs, helados, frutas, ropa… Encontrarás carritos rojos y blancos o puestos de venta en prácticamente cualquier lugar y a cualquier hora.
1o.- La inmensidad
Sabiendo la cantidad de gente que vive aquí y que abarca dos continentes, supones que Estambul es una urbe grande… pero va más allá de lo que imaginaba. Cruzas puentes, tomas barcos para ir de un punto a otro, viajas en un tren por debajo del mar y parece que vas de una ciudad a otra, pero sigues en la misma!!! Aunque como es de esperar el tráfico es bastante difícil, no se ven muchas motos y casi ninguna bici… curioso, no?
Si ni los mismos residentes que llevan allí toda la vida conocen del todo la ciudad, es imposible decir que hace falta una cantidad específica de días al menos para visitar Estambul, un lugar al que espero regresar no una, sino muchas veces más.