Cataluña está llena de pueblos mágicos, cada uno encantador a su manera bien sea por estar a orillas del mediterráneo, escondidos en el Pirineo o en medio de zonas rurales, pero tras mi última visita a Peratallada debo decir que esta hermosa villa medieval se lleva – de momento – el premio al pueblo más bonito.

Aunque suene a cliché, caminar por las calles empedradas de Peratallada es como adentrarse en un cuento de hadas, rodeado por paredes cubiertas de plantas y flores, torres medievales, iglesias antiguas y enormes portones de madera y sin apenas tráfico de vehículos, por lo que es ideal para ir con niños y poder andar tranquilamente en un paseo familiar.

Ubicado a una hora y media de Barcelona, Peratallada es el plan perfecto para una escapada ideal y una vez ahí recomiendo totalmente visitar la heladería Gelat Artesà y probar uno de los helados salados que ofrecen como aperitivo, como el de gazpacho, el de vermut con olivas o el de anchoas de l’Escala! Y si te quedas con ganas de visitar otro pueblo medieval espectacular, Pals está a apenas a 15 minutos en coche!

Yo sé que tal vez muchas y muchos tendrán otro pueblo catalán favorito donde puedes sentir que viajas al pasado como Santa Pau, Besalú o Rupit, pero para mí el encanto que tiene Peratallada y la tranquilidad que ofrece hace que de momento sea mi preferido!